Tras la promulgación del nuevo código de aguas, considerado un avance al ecocentrismo, desoladoras son vistas como solución ya utilizada en el norte y a más bajo costo USD$ 1.1 metro cúbico.
Y mientras ministra del rubro dice stop a ellas, Cochilco anuncia mayor demanda de agua salada en una semana en que se acusan 1.350 zonas rurales sin agua; identifican zonas de mayor consumo; denuncian cortes de suministro y grandes pérdidas por fuga culpando de la crisis a la industria y la agricultura.
Con hitos como nuevas ordenanzas municipales y actividades con vecinos organizados en que internautas acusan intereses creados; se habla de un zar del agua; imputa a empresarios de saqueo o atribuye simplemente a la mala gestión acusando una crisis económica más que natural.