Las tecnologías emergentes están revolucionando la economía y la sociedad en América Latina. Según el último informe de Trendtic, el mercado de estas tecnologías en la región está en constante crecimiento y se espera que alcance nuevos niveles en los próximos años. La transformación digital es uno de los principales impulsores de esta tendencia, ya que las empresas y organizaciones buscan adaptarse a los cambios tecnológicos para seguir siendo competitivas. En este contexto, Chile se destaca como uno de los países líderes en la adopción de tecnologías emergentes en la región. La importancia de las tecnologías emergentes radica en su capacidad para proporcionar soluciones innovadoras a los desafíos actuales. Por ejemplo, en el ámbito de la salud, estas tecnologías están siendo utilizadas para mejorar el diagnóstico y tratamiento de enfermedades, así como para fortalecer la vigilancia epidemiológica. En el campo de la educación, están permitiendo la implementación de nuevas metodologías de enseñanza y aprendizaje, brindando a los estudiantes acceso a recursos digitales y facilitando la formación en habilidades del siglo XXI. Sin embargo, el crecimiento de las tecnologías emergentes también plantea desafíos. El tamaño del mercado y el rápido avance tecnológico pueden dificultar la toma de decisiones y la selección de las tecnologías adecuadas para cada contexto. Además, es necesario establecer regulaciones y políticas que promuevan un entorno seguro y ético para el desarrollo y uso de estas tecnologías. En este sentido, es fundamental que los países de América Latina trabajen en conjunto para aprovechar al máximo el potencial de las tecnologías emergentes y fomentar su adopción en todos los sectores de la sociedad.